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"Llorar no cuesta" y "La trampa", dos novelas cubanas

Sinopsis: " Llorar no cuesta " es una novela cubana que narra con crudeza la historia de un hombre y de dos mujeres que obligados por las circunstancias se despojan de la piel para asirse a lo imposible. Sexo, sincretismo, prostitución, violencia, desesperanza en la Cuba de los primeros años de la década del 90 tras la caída del Socialismo en Europa y durante la antesala de la Crisis de los balseros de 1994, cuando miles de cubanos se lanzaron al mar para escapar de la asfixiante situación en la que estaban atrapados. La historia transcurre en Cuba, en el pueblo de Candelaria, aunque pudo desarrollarse en cualquier otro municipio cubano. Es un texto desgarrador que recrea una triste y compleja realidad histórica. La corrupción, la ilegalidad en la que vive el cubano, la doble moral, el sufrimiento y la marginalidad constituyen el hilo conductor de esta obra que al decir de la autora es “una novela agria escrita en tonos grises”. Sobre "Llorar

Del libro" "Las aventuras de Juancito: O el niño que vino de Marte "


Capítulo 5
 

Juancito ha resultado ser un niño muy precoz para su edad. Y yo no debería estar asombrada por nada porque, definitivamente, él viene del planeta Marte. Y allá al parecer todo es un poco diferente. Sin embargo, no tienen bicicletas. Les cuento:

Hace unos días de visita en un parque había unos niños y niñas montando unos en triciclos y otros en bicicletas. Juancito comenzó a observarlos con mucha atención y de inmediato me preguntó:

—Abuela, ¿qué es eso? Y ¿cómo es que pueden sostenerse sin perder el equilibrio? Yo también quiero hacerlo.

El caso es que después de tantas preguntas y al ver su interés nos fuimos al supermercado con el fin de comprar una bicicleta para él. Pero, por más que buscamos todas resultaron ser muy grandes. Ni siquiera el más pequeño de los triciclos resultó conveniente porque Juancito además de ser pequeño tiene sus extremidades un poco más cortas que cualquier niño humano de su edad. ¡Sus piecitos no consiguieron llegar a los pedales!

Entonces, fue cuando recordé que mi vecino, el de la barba negra y que siempre anda aprisa, era una persona muy creativa. Él trabaja para una empresa tecnológica. Así que probablemente podría ayudarnos.

Nos recibió con mucha alegría, encantado de poder hacerlo y en menos de lo que canta el gallo creó para Juancito una bicicleta virtual super divertida.

Juancito se puso muy feliz y convidó a todos los niños del vecindario a disfrutar de aquella experiencia. Ellos hicieron una fiesta. ¡Tanta fue la alegría! Y bueno nuestro vecino recibió elogios por todas partes.

Juancito dijo que le gustaría llevarse con él la bicicleta virtual pero que no lo hará porque los niños aquí han quedado encantados con ella por lo que él se las dejará de regalo.

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